En horas de vaso a medio llenar encuentro en el zig zag de TV por cable(de prestado) una audición de autoayuda(el que vende esto en tele, radio y revista, seguro se ayuda auto). Sale la frase de un tal Williams James "si debes elegir entre dos opciones y no lo haces, esa ya es una elección". Filoforrada barata, simple y corta al pie como pase de Román; así y todo me despierta algunas cuestiones o algo parecido a pensamientos que asaltan al pre juicio instantáneo. Pienso pues, que elijo no elegir, casi como regla o como onda, para no ser tan llano.
No elijo la derecha ni la izquierda. No elijo vivir ni morir. No elijo tener que elegir. No elijo esto o aquello, hago lo de más allá. No elijo el sistema ni el salir del propio. No elijo tampoco ni también. No elijo la realidad, que es una orden del rey, es real, como la Academia Española. No elijo la fantasía, que es un largometraje animado de la megacorporación Disney.
No obstante los cuales(me sigue gustando el cabaret siempre Carpo), de repente, sucede, elijo. Elijo pulsar un botón y desaparecer al gurú de su ayuda en auto, elijo sintonizar "Un príncipe en Nueva York" con Eddie Murphy, o, tal vez, quizá, acaso, probable o posiblemente, NO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario